El trabajo de 4 acróbatas, 4 músicos y 1 clown da lugar a una sencilla pero espectacular y emotiva historia para un público universal.
Un teatro de farsa, sin palabras, una mezcla de seres humanos y marionetas.
Dibujos realizados sobre una mesa de luz artesanal que se proyectan a una gran pantalla y acompañadas de música en vivo, marionetas y pintura rápida.
Dos heroínas del siglo XXI intentando sobrevivir a las situaciones que su condición de payasas les impone.
Pepín es humor, humor del absurdo, una especie de Groucho Marx en castellano.
Formas que cobran vida, mares de plástico que bailan como olas gigantes. Un universo poético y cómico, un viaje a la imaginación sin palabras para observar las cosas que nos rodean cada día.
Tras las aventuras y desventuras de esta pequeña historia de héroes y villanos, se percibe la presencia y fluye la reflexión ante los grandes temas universales de la vida.
“…el absurdo, el humor, la palabra como artífice de la poesía”
Un espectáculo donde la imagen, la música y la irreverencia se concilian con el fantasma de la vieja tarasca y lo pop se transforma en punk. O viceversa.